El misterio de la Natividad se ha representado desde hace siglos por pequeñas figuras que forman el momento del nacimiento del Niño Jesús, al lado de la Virgen María y su esposo José. Según la tradición cristiana, el primero en realizar un pesebre fue San Francisco de Asís en el año de 1223, en las cuevas de Grieco (Italia), usando personajes y animales reales, para conmemorar la llegada al mundo del Niño Dios. Desde entonces la totalidad de los países católicos -entre ellos Venezuela- adoptaron el pesebre como uno de los símbolos navideños. Cada rincón venezolano le ha aportado una identidad cultural distinta y de alguna manera se conserva esta costumbre a la que se le han ido agregando otros elementos navideños provenientes de otras latitudes, como el arbolito y las guirnaldas, pero pareciera que hoy el espacio y el tiempo no son suficientes para mantener esta tradición.
Específicamente la familia carabobeña se ha alejado un poco de ese compartir al "poner el nacimiento", o de invitar a amigos y vecinos a recordar las estaciones de la vida de la Virgen María.
RECORDAR LA SENCILLEZ
Sin embargo, aún se consiguen personas como la señora Micaela Fontana de Gómez, quien junto a su esposo Aristóbulo y sus cuatro hijos lleva más de dos décadas haciendo el pesebre en su propio hogar luego de heredar por parte de sus suegros las figuras principales de este nacimiento que tienen 100 años en la familia Gómez Delgado.Estas figuras salieron de Guanare, de la casa de La Pastora. Cuenta que al principio eran pocas figuras y era mucho más sencillo que ahora, "porque la vida del Niño Jesús era así, sencilla y humilde".
Admirar este nacimiento causa sensación de paz y nostalgia. Todos los años, la señora Micaela va comprando detalles para agregarle, casi todo el material es desechable, pero igual lo guarda año tras año, sobre todo el musgo porque es difícil conseguirse ahora. Asimismo, palitos de madera, una bombita de pecera para hacer un pequeño río, bolsas de papel arrugadas, coletas pintadas y un poquito de tierra traída de Jerusalén, reflejan un pesebre totalmente hogareño, con sus tradicionales cerritos y paticos en el lago que permanecen brillantes hasta el día de La Candelaria.
Para los Gómez Fontana, la función más importante es que la tradición del pesebre no debe perderse en la familia venezolana.
"La Navidad y el arbolito son hermosos, pero el pesebre siempre debe permanecer en lo hogares porque es como un agradecimiento de todo el nuevo año que viene, una conmemoración a la Virgen y al Niño Jesús".
"Estas tradiciones se vienen acabando en las familias, pareciera que los niños y la juventud no tienen historia. Para ellos formar una familia deben tener una historia de los antepasados y si los padres no se esmeran en seguir esas tradiciones familiares øcon qué herramientas trabajarán sus hijos?", resalta Micaela.
Es cierto que con esto se puede lograr una sensibilización especial. Armar un pesebre da trabajo, pero montar un arbolito y hacer hallacas también.
Lo importante del pesebre es la significación de que somos hogares cristianos, con una formación espiritual grande que viene de las abuelas y eso no debe acabarse.
En el pesebre de Micaela, participa toda la familia, sus cuatro hijos y su esposo, pero además apartan un día especial para realizar una merienda navideña y recibir al sacerdote para bendecir e inaugurar el pesebre.
Esta idea se ha contagiado a otras familias que han conocido el pesebre de los Gómez Fontana. Incluso algunos aportan una nueva figura o un nuevo espacio para el próximo pesebre.
"En realidad, el pesebre viene siendo algo muy personal. Cada quien puede otorgarle un toque de fantasía único y el amor que se le ponga al hacerlo lo hará particularmente especial, sobre todo por honrar a Dios y a la Virgen".
Para Micaela, el pesebre se parece a nosotros, a nuestra vida cotidiana, donde todos están trabajando en la tierra, en la tienda, compartiendo entre todos, así somos los latinos, los venezolanos.
Una particularidad de este nacimiento es mostrar la historia de la Virgen María en sus estaciones, comenzando con la Anunciación, la Visita a Santa Isabel, Buscando posada, El Nacimiento del Niño con la visita de los Reyes Magos y la Estrella de Belén, y finalmente la Huida a Egipto.
UNA ORACION DIRECTA
Otro tipo de nacimiento, que guarda la esencia del culto de la venida del Niño Jesús al mundo, son los pesebres escenográficos del artista plástico Freddy Ortega, quien los realiza de forma ininterrumpida desde hace más de cuarenta años.
Sus cualidades artísticas comenzaron a hacerse firmes desde sus 10 años de edad, cuando realizó el primer nacimiento en su casa.
Luego de iniciar sus estudios en arte, este trabajo fue tomando otra forma al agregarle sus nuevos conocimientos sobre el color, composición. Hasta pasar de aquel nacimiento sencillo a una pequeña maqueta totalmente diferente.
En aquel momento, el artista se valió de eso como una perfecta excusa para hacer una serie de cosas que no podía hacer en la tela de un cuadro.
Encontrar el sitio indicado para llevar a cabo su proyecto le llevó su tiempo.
Ingeniosamente, cual inspiración sublime, tomó una de las ventanas de su amplio apartamento para mostrarse perfectamente ante la vista de sus visitantes, quienes no se percatan de la ausencia del arbolito debido a la majestuosidad con que presenta su creación navideña.
El juego de la iluminación con sentido teatral es su principal característica. Comenzó con una gruta, que es lo más tradicional tomado del nacimiento viviente realizado por San Francisco de Asís, pero luego le fue dando otra imagen, otra idea, creando escenografías con diferentes estilos arquitectónicos, como gótico, barroco, románico, así como capilla bizantina, una casa de alfarero, un establo, casa venezolana, catedrales medioevales, iglesias venezolanas de la colonia, patios andaluces, entre tantos otros.Ahí empieza la fantasía. Propia del artista mezclando diferentes estilos.
Para Freddy Ortega, este nacimiento significa una oración. Una comunicación directa con Dios.
De ahí en adelante cada año se ha ido tejiendo una idea diferente para presentarlo. Desde ruinas belenistas hasta la casa del alfarero que les dio posada en algún momento. Sus trabajos, desde el punto de vista fotográfico, parecieran mostrar un formato en tamaño natural, debido a sus dimensiones, juego de colores, materiales y luces.
Lo cierto es que desde el mes de octubre, cada año, este artista plástico comienza la creación de esa imagen universal que recuerda la sencillez, el sacrificio y el amor de una sagrada familia que se mantuvo unida a pesar de las dificultades de la época y que hoy pareciera desintegrarse ante la mirada globalizada de una generación que se mantiene indiferente hacia nuestras raíces católicas.
1, 2, 3 y 4: Imágenes del pesebre de Micaela Fontana.
5, 6, 7, 8 y 9: Nacimientos escenográficos de Freddy Ortega
Revista del Domingo
Maidel Vera
E-mail: maiver@notitarde.com
Fotos: Mauricio Rivero y Luis Herrera V.
ppmt2008.-
Puerto Cabello
En la costa central de Venezuela se encuentra Puerto Cabello. Ciudad que posee uno de los dos puertos de mayor importancia económica e histórica del país. El puerto se estableció a mediados del siglo XVI, debido a su ubicación estratégica que permitía cómodamente la llegada a tierra de flotas enteras de la armada española. Alrededor de éste, fue creciendo la población que hoy en día conocemos como la ciudad.
El Puerto se convirtió durante la colonización en un punto importante para el comercio, ya que era considerado como uno de los mejores puertos del nuevo mundo: desde aquí salía el cacao, el café, el algodón y el índigo a las islas holandesas.
Las calles de la zona colonial conservan la belleza arquitectónica de la época, con sus hermosas casas y sus calles empedradas, las cuales hacen evocar un pasado histórico notable. |
En el malecón, se puede observar el mar, además del imponente Fortín de San Felipe, también conocido como el Castillo del Libertador, el cual sirvió como refugio de la ciudad en el período colonial, ya que los piratas la acechaban constantemente.
Más fotos del Fortín San Felipe
En la entrada de la ciudad está ubicado el Fortín Solano, edificación construida por en 1732 por la Compañía Guipuzcoana. Desde aquí se divisa toda la ciudad y en especial su puerto. Alrededor de la plaza Bolívar están ubicados el Concejo Municipal y la Hermosa Iglesia de San José, construida con piedra coralífera.
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